Precursor del dandismo, libertino respetuoso de las mujeres, defensor de los modernos, Marivaux vertió en sus obras lo que observaba en sus horas mundanas. Las comedias que integran este volumen aúnan pasiones, equívocos, intereses económicos y conveniencias políticas. Ambas constituyen magníficos ejemplos del marivodaje, la incomparable manera por él creada para expresar la paradoja del ser humano, la diferencia entre lo que hace y lo que piensa, entre lo que piensa y lo que dice.