Considerado como un precursor de la vanguardia del siglo XX, la obra Karl Valentin ha mantenido una perfecta conexión con el pensamiento contemporáneo. Su labor escénica, heredera de la tradición del cabaret muniqués, su experimentación de nuevas formas teatrales y su concepto del humor, escéptico y disparatado, le franquearon la admiración de escritores como Bertolt Brecht y Herman Hesse.