Revolucionario sincero y libertario en la Francia de la segunda mitad del siglo XVIII, Nicolas de Chamfort alcanzó reputación de inmoral gracias a sus comedias, que le acarrearon también cierto éxito literario. Su teatro lleva a escena a personajes libres hechos esclavos, a esclavos liberados, a hombres y mujeres de todas las razas y regiones del globo, condenados a entenderse.